miércoles, 10 de diciembre de 2014





1. El billete que arde... ¡y no se quema!

Motivo de diversión: ¡Papá! ¡Mamá está quemando dinero! ¡fuego! ¡dinero!...
Qué enseña: Este divertido experimento ilustra el proceso de combustión y la inflamabilidad de alcohol.
Qué necesitas:
  • 1 vaso con agua
  • 1 vaso con etanol (alcohol de farmacia)
  • 1 vaso vacío para hacer la mezcla
  • 3 trozos de papel 'tamaño billete'.
  • 1 billete de 5 € (no vaya a ser...)
  • Una pizca de sal
  • Unas pinzas de cocina (o de laboratorio si eres más 'pro', el fin es no quemarse al prender el billete)
  • Mechero
  • Supervisión adulta

Pasos a seguir:
1. Con ayuda de las pinzas, coge un trozo de papel e introdúcelo primero en el vaso de agua. Coge el mechero e intenta prenderle fuego. Como verás, no hay combustión. Eso se debe a que el agua impide que el papel llegue a la temperatura de ignición necesaria para arder. Pero, ¿qué ocurre si añadimos una sustancia inflamable al juego?
2. Repite el paso anterior introduciendo el papel primero en el vaso de agua y luego en el del alcohol (con las pinzas eh!, que nos conocemos). Al prenderle fuego verás que esta vez sí arde. Lo primero que se prende es el etanol (ignición a 78ºC) que es inflamable. El agua es el que se encarga de 'proteger' al papel (impide que llegue a una temperatura superior a 100ºC y salga ardiendo).
3. Para darle más emoción al asunto, utiliza ahora el vaso vacío y el billete de 5 €. Haz una mezcla al 50% de agua y alcohol y añádele una pizca de sal (para que la llamarada sea más naranja y más vistosa). Impregna el papel de ese líquido, cógelo con las pinzas y ¡fuego! El billete debería arder hasta que se consuma el alcohol y después quedar intacto

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